MooRER. El estilo atemporal de Moreno Faccincani


«Mi historia se arraiga en la sinceridad que caracteriza a los vénetos, sobre todo a los veroneses como yo. La honestidad es un rasgo del que me enorgullezco en mi trabajo».

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Las raíces vénetas de la honestidad


La historia de MooRER dio sus primeros pasos en la provincia de Verona, en la que la honestidad y la sinceridad van más allá de una costumbre y forman parte integral del tejido social. Al crecer en este entorno, heredé estos valores fundamentales e hice de ellos los pilares de mi enfoque empresarial. La honestidad siempre se ha situado en el centro de todas las decisiones y acciones de MooRER, inspirando confianza y transparencia hacia los clientes y los distintos agentes.

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El inicio de un viaje inesperado


La pasión por la moda no nació de una chispa inmediata, sino más bien de la concienciación cada vez mayor sobre el potencial y los retos que caracterizan a este sector.

La idea de MooRER comenzó en un contexto inesperado, el taller de confección de mis padres en 1979, cuando yo tenía solo 5 años. Al principio, no había huella de pasión por la ropa y el tiempo que pasaba en el taller lo consideraba más un castigo que otra cosa.

Sin embargo, conforme fui creciendo, empecé a desarrollar un sentido crítico en lo relativo a las modas imperantes. Me di cuenta de que lo que de verdad aporta carácter único a una prenda es la atención al detalle y la calidad de los materiales. Así, con determinación y compromiso, emprendí este viaje inesperado, afrontando las dificultades con aguante y perseverancia.

Las raíces de Feyem. 1979-1995

El punto de inflexión se produjo en 1995, año en el que la empresa de mis padres sufrió un terrible robo. Ante esta crisis, decidí que tal acontecimiento negativo se convirtiera en una oportunidad.

Fue así como nació Feyem, una marca especializada en chaquetas y abrigos de invierno para mujer, confeccionados íntegramente en Italia. La fundación de Feyem marca el inicio de mi andadura empresarial en el sector de la moda, que siempre se ha caracterizado por mi dedicación a la artesanía y la calidad italianas.

Desde estos primeros pasos decidí separar mi nueva marca del negocio de mis padres y dedicarme en exclusiva a la creación de chaquetas y abrigos de invierno para mujer.


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La idea de una colección femenina surgió del legado del negocio familiar. Esta visión y mi compromiso fueron dando sus frutos con el tiempo y les permitieron a mis padres cerrar el taller sin deudas y a mi madre, que había dedicado toda su vida al trabajo, poder descansar por fin.

A día de hoy me sigue apoyando con su experiencia en el negocio y continúa conmigo en la empresa.

El nacimiento de MooRER. 2003

Tras más de una década de éxito con Feyem, cuando cumplí 29 años, en 2003, sentí la necesidad de seguir creciendo y decidí afrontar un nuevo reto. Cada vez estaba más convencido de que debía mejorar aún más la calidad de mis prendas sin dejar de producirlas en Italia, así que decidí ampliar la oferta creando una colección de chaquetas para hombre.

No a todo el mundo le gustó la idea y algunos de mis colaboradores se asustaron, puesto que consideraban que el paso era muy arriesgado. Sin embargo, estaba determinado a perseguir esta visión.

Vi que era necesario ampliar mi entorno creativo y llegar a un público más amplio. Fue así como nació MooRER.

MooRER es más que una marca de ropa, representa una ideología. Decidí presentar una colección de chaquetas para hombre, teniendo muy presentes los principios de calidad, artesanía y Made in Italy.

La denominación «MooRER», un nombre sencillo basado en el mío, nació menos de 24 horas después, fruto de mi determinación y mi deseo de crear una marca que reflejara mi visión y mi compromiso con la creación de prendas sofisticadas, atemporales y de la mejor calidad.

Nuestra nueva marca producía esas prendas que yo siempre había querido crear.

La búsqueda de la sencillez en el lujo



MooRER destaca por su búsqueda incesante de la sencillez en el lujo. Todas las prendas están meticulosamente diseñadas y reflejan un estilo refinado y atemporal. Estoy convencido de que la verdadera belleza reside en lo esencial, algo que se refleja en la filosofía de diseño de MooRER. Todas las colecciones rinden homenaje a la pureza y la elegancia, encarnando el equilibrio perfecto entre lujo y sencillez.

A la vez, la marca debía mantener su vínculo con el deporte y conservar intacta su alma elegante. Por eso, en 2008, justo cuando el mundo se enfrentaba a una crisis económica sin precedentes, decidí subir el listón y darle a MooRER ese aspecto que sigue caracterizando a la marca a día de hoy, con una selección de materiales aún más prestigiosa y proyectos cada vez más ambiciosos, sin marcarme ningún límite.

«MooRER supone un equilibrio entre lujo y sencillez, entre detalles refinados y estilo atemporal. En un mundo caótico como el que nos rodea, busco la belleza en lo esencial».


Evolución sin renuncias

Si echo la vista atrás, veo un crecimiento constante, sin olvidar en ningún momento mis raíces. MooRER es una empresa joven con espíritu eterno.

La evolución de MooRER con el paso de los años se ha visto caracterizada por retos y éxitos, pero hay algo que ha permanecido inmutable: el compromiso con la excelencia y la autenticidad. A pesar del progreso y el crecimiento, MooRER ha seguido fiel a sus raíces, manteniendo un estrecho vínculo con su tierra natal y sus valores fundamentales.

Es una empresa joven con espíritu eterno, dispuesta a afrontar los retos del futuro con la misma determinación de siempre.



El legado de MooRER

La visión de MooRER es ambiciosa pero clara. Quiere ser sinónimo de elegancia atemporal. Este objetivo guía todas las decisiones y acciones de la empresa e inspira nuestra búsqueda constante de la excelencia y la elegancia.

MooRER es más que una marca de ropa, es un legado de belleza, autenticidad y compromiso con un futuro próspero y sin renuncias.

«Mi ambición es que MooRER sea sinónimo de elegancia atemporal. Nuestro compromiso es mantener nuestro valor intacto con el paso del tiempo».